jueves, 5 de febrero de 2015

Fingolfin y el Juramento de Fëanor




Fue Morgoth, el Enemigo Oscuro, quien confundió el camino de los elfos noldor. Aunque también es verdad que la semilla de la envidia y del conflicto anidaba ya en el corazón de Fëanor. Cuando creó los Silmarils, ató su destino con un yugo demasiado pesado, pues nunca puede preservarse aquello que teme perderse. El asesinato de su padre, Finwë, removió las viejas heridas de sangre; y el robo de las preciadas joyas mató su esperanza. El profundo dolor quiso ser enterrado con el orgullo y sólo causó desdicha y sufrimiento. Enfrentado a los valar, arrastró Fëanor a su linaje hacia el exilio, lejos de Valinor; y su locura le llevó a verter la sangre de sus hermanos los teleri, mancillando el nombre de los eldar en la Tierra Bendecida. Un odio secreto contra su medio hermano, Fingolfin, le forzó a abandonarlo en el Norte, junto a Finalfin y Galadriel. Hielo y muerte; muchos de los nobles noldor fenecieron en la cruda tierra de Araman. La soberbia de Fëanor atrajo la atención de Morgoth, cuando el elfo desembarcó en la Tierra Media, quemando las blancas barcas de los teleri. En la Batalla bajo las Estrellas fue abrasado por los balrogs, y en su último halo de vida sus palabras fueron amargas y estuvieron cargadas de odio.
Fingolfin sobrevivió, y su valor y arrojo hizo posible que algunos de sus hermanos de sangre retornaran a la noche eterna que era en ese tiempo la Tierra Media. Pero los valar se apiadaron de los Hijos de Ilúvatar y levantaron el Sol sobre el Oeste para ahuyentar la oscuridad del Mundo. Fue entonces cuando Fingolfin entró con sus huestes en Mithrim, reino de los elfos grises y refugio del linaje de Fëanor. Se escuchaban lamentos en las hogueras conciliares de los eldar; Maedhros había sido arrebatado por Morgoth. Las hazañas de Fingon, digno hijo de Fingolfin, junto al rey de las águilas, Thorondor, serían legendarias entre los elfos, cuando rescató al digno descendiente de Fëanor, y trajo la paz entre los hermanos.




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